¿Qué afotar en 2018?
Este 2018, que recién empieza, me trae pensamientos y reflexiones,
apetencias e inquietudes que vienen gestándose desde hace ya bastante tiempo.
Lo típico…, comienza el año y nos ponemos nuevos retos y
objetivos. Ya veremos si los alcanzamos o quedan en simple proyectos como en tantas
otras ocasiones.
Me apetece realizar otros retos fotográficos. Gestionar mi escaso
tiempo libre en actividades menos estresantes.
Lanzar miradas pausadas a través del objetivo.
Mi pasión por afotar sigue intacta pero mi cabeza me dirige a
recorrer senderos de tranquilidad…
Con todo lo anterior quiero expresar mi relativo cansancio psíquico
(el físico siempre ha estado ahí), a seguir fin de semana tras fin de semana,
carrera tras carrera, hora tras hora, segundo a segundo…, afotando pruebas
deportivas de todo tipo aunque en especial del mundo del trail y del running.
Como yo me tomo ir a afotar los eventos deportivos conlleva
más curro del que puede parecer a priori.
Los que comparten esta afición (cada vez son más), creo que me
entenderán perfectamente, sin embargo, al común de los mortales le costará
hacerse una idea.
Los días previos a una carrera, por pequeña o grande que
esta sea, hay un trabajo anterior para estudiar el recorrido (como si fuese un
corredor que va a participar); si a dicha prueba has acudido en ediciones
anteriores en vez de ser una ventaja, en mi caso se convierte en un quebradero
de cabeza más, ya que debo buscar nuevas localizaciones que eviten mi hastío y
que ayude a la mejora de las afotos ( y eso que abuso de tomar primeros planos
donde el paisaje no es tan primordial).
Hay pruebas a la que he acudido en todas las ediciones que se han
celebrado como, por ejemplo, en las 9 ediciones de Transvulcania, aunque justo
esta carrera es especial y me atrae de manera diferente a cualquier otra. Cosas
de mi cabeza, otra vez.
A veces, las menos, intento acudir días antes de la prueba a
realizar un reconocimiento previo en busca de buenos emplazamientos para
afotar. Esos ratitos suelo saborearlos
para descubrir los rincones y paisajes que durante la prueba no da tiempo a
disfrutar. En ocasiones he ido a inspeccionar un recorrido y luego no he ido a
la prueba… (Sobre todo en los últimos tiempos y señal de agotamiento).
Otro paso previo antes de cubrir un prueba es revisar el
equipo afotador. Recargar baterías, limpieza de lentes, escoger las focales
adecuadas (angulares, teles,…), que mochila llevar, tirar de una o dos cámaras
(hace tiempo que sólo llevo una), flash si o flash no (suele ser no), recordar
las ausencias (70-200mm 2.8),…
El día de la prueba normalmente acudo bastante temprano, antes
del pistoletazo de salida. De esta manera veo el ambiente previo con la
recogida de dorsales, con las charlas con corredores y otros afotadores,…,
entras en calor y, posiblemente, sea de los mejores momentos del día. Si la
prueba es lejana el madrugón no te lo quita nadie.
Mi Qashqai ya se conoce buena parte de los caminos
asfaltados y de tierra de la isla bonita. Y alguna vez también lo he estresado
más de la cuenta…
Ya estamos en plena competición y no sólo para los
corredores. Aquí comienza el verdadero
estrés para poder cubrir la prueba en varias localizaciones diferentes. El
corre y corre, hay que no llego, las miradas al reloj, me dará tiempo, voy
justo,…, aparcas como puedes, te bajas del coche, pillas la cámara al lazo y
patear para afotar…
Llega a meta el ganador y seguimos por los senderos afotando
hasta el último participante, si el cuerpo aguanta, y nos retiramos de vuelta a
casa sin acercarnos al ambientazo de meta.
Ahora comienza la parte más tediosa del día. Descargar las
imágenes al PC, seleccionar algunas a vuela pluma (normalmente sólo una cuarta
parte de lo que se dispara), poner la firma, parir un título (todas lo merecen),
y subirlas a mi galería de Flickr para quien quiera contemplarlas… La parte de edición suele durar varios días y
se hace a ratitos, por lo que veces no se eligen las mejores fotos, ni se
editan como uno lo haría con calma.
Comparto algunas poquitas fotos en la red social Facebook,
muy poquitas, ya que al “fasebuc” le encanta bajar la calidad de las imágenes, limitar
la audiencia si no pagas (no lo he hecho nunca), censurarte si abusas al
etiquetar a personas y/o entidades,…. Juegas en su terreno, donde el público
acude en masa, y ponen sus reglas aunque no las comparta, las acatas si quieres
que tus imágenes tengan algo de relevancia.
Siempre aconsejo ver las imágenes en la página de Flickr que
es gratuito y las imágenes conservan su calidad de subida original. Seguramente si subiera 300 fotos de cada
prueba al Facebook llegarían a verse por mucha más gente pero prefiero que sea
sólo un reclamo para que las puedan disfrutar en alta calidad en Flickr unos
pocos “aventureros curiosos”. (ojalá haya cada vez más curiosos).
Una vez en la red sólo queda que guste…
Y ¿qué hacer en 2018?
Según veo el calendario de eventos deportivos me va a dar un “síncope”… He tomado nota, porque hay que ser previsor,
de los eventos interesante a priori para afotar teniendo en cuenta alguna que
otra prueba en otra isla del archipiélago…
Es para tomarse un respiro, meditar con calma, y decidir hacer
una pausa, un kit kat que permita acudir a menos eventos y disfrutarlos más… La cantidad suele estar reñida con la calidad
y yo soy de esa manera de pensar….
Buff y la cantidad de pruebas y de modalidades deportivas que
habré olvidado incluir…
La fotografía es mi hobby.
Me han contratado desde algunas entidades y organizaciones,
como a otros compañeros, por realizar reportajes de grandes eventos obteniendo
remuneración por ello, lo cual es de agradecer, sobre todo porque valoran el
esfuerzo y la calidad del resultado que vengo obteniendo con mi Nikon. Por otro
lado, no cobro a ninguna persona (particular), por las fotografías que he hecho
hasta ahora, algo que me replanteo a futuro. Esta afición es cara y el material
que se ha quedado por el camino ha sido costoso.
Aquí abro un paréntesis ético. Cobrar por realizar mi hobby,
mi divertimento, con el trabajo que supone, (mencionado en este escrito con
anterioridad), ¿está bien o está mal? pues depende de la moral de cada quien y
de cada situación en particular, así que lo suyo será valorarlo en cada caso si
llega el caso.
Volviendo a la locura de calendario confirmo que este 2018
afotaré sin parar cada vez que me apetezca, sin estresarme por ir a uno u otro
evento, como si no voy a ninguno, priorizando al deseo de lo irracional, a la
magia del instante, al fluir del momento…
Veremos lo que nos depara las ansias de imaginar y plasmar
instantáneas…
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